El legado de Pierre Vilar en la Historia Económica de España

La influencia de Pierre Vilar en la Historia Económica ha sido profunda y duradera tanto a escala internacional como nacional. Tres aspectos de este legado me parecen fundamentales.

En primer lugar, la consideración de la economía como una ciencia social. Ello ha tenido múltiples implicaciones en la investigación histórico-económica, la más importante de las cuales ha sido, tal vez, el convencimiento sobre la necesidad de contextualizar socialmente los fenómenos estudiados y de introducir la dimensión social y, en ocasiones, la de índole política, en las hipótesis explicativas. Los intentos de aislar en una burbuja los hechos económicos para proceder a su estudio, como se preconiza en la historiografía de inspiración neoclásica, no han gozado de mucho favor en la práctica de Pierre Vilar ni en la de sus discípulos. Hoy parece volver a abrirse paso.

En segundo lugar, la preocupación por ligar el trabajo empírico y la teoría, vulgarizada a través de una famosa frase –“del caso a la teoría y de la teoría al caso”- de todos conocida. La mano maestra del historiador francés consiguió aunar en todas sus obras una profunda formación teórica y una información completa y bien trabajada, fuera cual fuese el tema elegido – Cataluña, el oro y la moneda y tantos más-. Lo hizo, además, introduciendo las ideas en el discurso, no a través de disquisiciones pedantes o de capítulos puramente teóricos desligados del conjunto, como vemos con frecuencia. Es decir, tanto a través de recomendaciones explícitas como con el ejemplo de sus propias publicaciones se esforzó en transmitir la necesidad de acceder a una formación teórica por parte de los historiadores económicos, primero, y de tenerla en cuenta en el enfoque de los problemas planteados por la investigación, después.

En tercer y último lugar, la exigencia de rigor. Pierre Vilar fue contemporáneo de Braudel y, de manera discreta, expresó más de una vez sus críticas a las grandes síntesis publicadas por el mismo, carentes muchas veces de base empírica suficiente. Críticas que más tarde se extenderían a otros miembros de la escuela de los Annales, por su indiferencia ante las bases económicas de los hechos sociales, por los excesos del enfoque antropológico y por la ausencia de valoraciones cuantitativas de los fenómenos estudiados. La decadencia sufrida en el país vecino por los estudios de historia económica tuvo su origen en estas tendencias, que hoy parecen superadas.

María Teresa Pérez Picazo
Presidente de la Asociación Española de Historia Económica